sábado, 23 de junio de 2012

La clase

La clase relata la lucha diaria de un profesor por enseñar a unos alumnos como se rige la vida en nuestra sociedad. A base de dialéctica y buenas intenciones el joven profesor de lengua francesa, Françoise, tendrá que superar las numerosas diferencias que le separan de sus alumnos, y que le pondrán a prueba. Siendo esto un fiel reflejo, un microcosmo, de lo que es Francia hoy día.

En la historia del cine la figura del profesor ha sido reflejada prácticamente de todas las formas posible, ya sea como un profesor real, de coderas y tiza, tales como El club de los poetas muertos o La lengua de las mariposas; o como el "maestro" del día a día, que pueden representar desde padres, tíos, abuelos, figuras de autoridad o hermanos mayores.


Cuando en 1949 el escritor estadounidense Joseph Campbell desarrolló su teoría "el camino del héroe" dentro del libro "El héroe de las mil caras", cercioró que en todo relato que se precie la figura del mentor siempre estará presente, y siempre será una figura de respeto y de autoridad, puesto que ayudará a nuestro protagonista a escoger el camino correcto.

Esta teoría se ha desarrollado en cientos de maneras en la gran pantalla, y en la mayoría nunca se ha puesto en duda la figura del profesor. Sin embargo, la evolución del medio a lo largo de la historia lo ha llevado a senderos que lo han acabado separando de la multitud de teorías que lo representaban, como es este caso. El realismo del que hace gala La clase de Laurent Cantet no puede evitar desmitificar la figura del profesor. Con respecto a sus alumnos Françoise va conociendo poco a poco que está frente a una batalla perdida de antemano. El hecho de tener a la figura de autoridad como protagonista nos permite conocer las incertidumbres sobre las que se sustenta su autoridad, y cómo de fuertes son. Esto es así hasta tal punto, que por absurdo que parezca, es el propio profesor quien se convierte en héroe, con la misión de salvar a estos niños, y acabar necesitando de un mentor.


La película a pesar de parecerse a muchas otras del mismo subgénero, acaba encontrando su personalidad en un realismo crudo, con grandes dosis de actualidad candente como es el caso de la inmigración en Europa y los conflictos raciales. Es de admirar también el positivo mensaje de no cesar nunca de intentarlo que deja tras la visión.

Este héroe no tiene que salvar a la princesa del castillo que custodia el dragón, tiene que salvar a un par de niños mal criados de caer en la cruel sociedad que los espera al salir, una misión aún más difícil.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario